David Chacón Cisterna

Diseño Web, Docencia y más

¿Qué tan cerca estamos de la AGI? Apple cuestiona los límites de los LLMs

El artículo “The Illusion of Thinking“, publicado por investigadores de Apple, marca un nuevo hito en la discusión sobre los límites del razonamiento artificial. Mucho más allá de ser otro estudio técnico, el estudio es una aproximación meticulosa y profundamente reflexiva a las verdaderas capacidades de los LLMs. Valiéndose de entornos de rompecabezas controlados, el equipo logró superar los métodos tradicionales de evaluación, que muchas veces se limitan a medir la precisión en tareas de codificación o matemáticas. Aquí, en cambio, se investiga cómo los modelos piensan, cómo estructuran sus razonamientos y cómo fallan cuando el desafío se vuelve verdaderamente complejo. El resumen: Los LLMs no “razonan”, por lo que no estaríamos precisamente ante inteligencia artificial, sino solamente ante algoritmos predictivos. Con ello, la idea de desarrollar la AGI a partir del desarrollo de los LLMs es simplemente una ilusion.

El experimento de Apple, en entornos controlados, permitió manipular con precisión la complejidad de los problemas, lo que facilitó una observación más rigurosa del comportamiento de los modelos. La decisión de abandonar los benchmarks tradicionales a favor de trazas internas del proceso de pensamiento no es al azar, sino que demuestra la preocupación de Apple por la calidad y profundidad del razonamiento, más allá de los resultados. ¿Será tal vez ésta la razón del retraso continuo de Apple en términos de Inteligencia Artificial, siendo sus herramientas como Apple Intelligence un mero espejismo a la espera de desarrollar una herramienta 100% funcional? Lo cierto, es que, en este giro metodológico, el equipo de investigación logra demostrar la paradoja fundamental: mientras más complejos son los problemas, más evidente se hace la limitación de los LLMs. La caída en rendimiento no es gradual, sino abrupta; los modelos simplemente colapsan en su capacidad de entregar respuestas coherentes.

El estudio de Apple: Más allá de los benchmarks

Uno de los experimentos realizados por los investigadores, fue a través de ejercicios con Las Torres de Hanói, un rompecabezas inventado en 1883 por Édouard Lucas, que consiste en mover una pila de discos de distinto tamaño entre tres postes, siguiendo reglas específicas. La investigación estableció claramente tres regímenes de complejidad: baja, media y alta. Esta clasificación permitió observar cómo varía el comportamiento del modelo según el nivel de dificultad. En niveles bajos, los modelos operan razonablemente bien; en niveles medios, muestran signos de razonamiento más sofisticado, aunque no siempre certero; pero es en los niveles altos donde ocurre el desplome. Es aquí donde los LLMs no solo fallan en entregar una respuesta correcta, sino que además exhiben patrones de razonamiento erráticos o, en algunos casos, simplemente dejan de razonar. Así, cuando hay pocos discos en la torre, los modelos logran resolverlo bien, pero con muchos (como 15 o más), dejan de resolver correctamente antes de completar todos los movimientos, lo que demuestra que tienen dificultades con problemas muy complejos y por ende, su “razonamiento” estaría más que cuestionado.

¿Pensamiento humano o patrones erráticos?

La observación esencial de la investigación contradice una creencia extendida en el campo de la inteligencia artificial: que el aumento en la capacidad computacional y en los parámetros del modelo equivale a una mejora proporcional en su habilidad de razonar. Lo que este trabajo demuestra es que, más allá de cierto umbral de complejidad, estos modelos no mejoran, sino que al contrario, retroceden. De hecho, se ha observado que, en algunos casos, su esfuerzo cognitivo disminuye en lugar de incrementarse. Es como si la sobrecarga del problema provocara una especie de rendición interna. ¿Una especie de “renuncia silenciosa”, tal vez?

Esto también plantea nuevas interrogantes sobre la escalabilidad. ¿Hasta qué punto podemos seguir aumentando la capacidad de los modelos sin revisar su arquitectura de razonamiento? ¿Cuánto del fracaso radica no en la cantidad de datos o parámetros, sino en la forma en que estructuran el pensamiento? La metáfora de que “piensan” como humanos se deshace rápidamente cuando se observa que sus procesos no se adaptan ni escalan con la dificultad, sino que colapsan ante ella. En el razonamiento humano, han sido los desafíos lo que ha permitido el desarrollo del pensamiento.

A diferencia de los modelos tradicionales de lenguaje, que operan con eficacia en tareas sencillas mediante patrones estadísticos, los LLMs están diseñados para emular procesos cognitivos más complejos. Sin embargo, se observó que los modelos tienden a sobrepensar en tareas simples y, sorprendentemente, a reducir su esfuerzo en tareas difíciles. Esto sugiere que la manera en que gestionan la complejidad interna no sigue una lógica humana ni algorítmica eficiente, sino que responde a patrones aún mal comprendidos. Además, los LLMs no logran beneficiarse de algoritmos explícitos ni realizar cálculos exactos cuando el entorno lo requiere. Esto los diferencia radicalmente de los sistemas simbólicos clásicos, que sí pueden garantizar precisión a través de estructuras lógicas (como nuestras calculadoras).

Si la promesa de los LLMs era lograr la robustez del aprendizaje profundo con la precisión del razonamiento simbólico, lo que muestra este estudio es que esa fusión aún no se ha materializado con éxito.

El hecho de que los modelos exhiban patrones inconsistentes en distintos tipos de rompecabezas apunta a una limitación de diseño más que a una falta de entrenamiento. Incluso con grandes volúmenes de datos y sofisticadas técnicas de afinamiento, el comportamiento sigue siendo impredecible. Esto refuerza la tesis de que los problemas no se resuelven simplemente alimentando al modelo con más ejemplos, sino repensando desde la base su arquitectura de razonamiento.

El mito del escalado y la AGI

En un marco más simbiótico, como es el que personalmente siempre he prefierido adoptar, estos modelos no deben ser entendidos como sustitutos del pensamiento humano, sino como asistentes cognitivos que complementan nuestras capacidades. Pretender que ya hemos alcanzado la inteligencia artificial general (AGI) es no solo una exageración, sino una ilusión que beneficia más a las ganancias corporativas que a la investigación científica. El uso de trazas internas para entender el razonamiento de los modelos se convierte así en un paso útil para avanzar de aquí en adelante. Seguramente todos los principales modelos LLMs entenderán esta misión: no basta con evaluar la respuesta final; hay que descomponer el trayecto que llevó hasta ella. Esta visión coincide con una postura epistemológica más amplia: el conocimiento no se valida sólo por sus resultados, sino también por la transparencia del proceso que lo produce. Esta exigencia, si bien más rigurosa, también es más ética, tal y como siempre se plantea en el mundo educativo.

Así, la opacidad en el funcionamiento interno de los LLMs, la llamada “caja negra”, ha sido una de las críticas más persistentes en el campo. El artículo de Apple aporta herramientas para mitigar esa opacidad al ofrecer una metodología clara para estudiar cómo razonan los modelos, lo que abre la puerta a mejores sistemas con mayor confianza pública en su uso, algo especialmente necesario si consideramos su creciente uso en ámbitos sensibles como la justicia, la salud o la educación. En otras palabras, no estamos ante un callejón sin salida, sino ante un diagnóstico honesto que puede orientar el progreso.

No estamos ante un callejón sin salida, sino ante un diagnóstico honesto que puede orientar el progreso.

De asistentes a pensadores: el rol de los LLMs

Los errores que cometen los modelos no son aleatorios: siguen patrones. Y esos patrones pueden ser útiles para el rediseño. Por ejemplo, el hecho de que sobrepiensen problemas simples, da a entender una falta de eficiencia debido a la deficiente calibración en sus sistemas de decisión interna, lo que abre la puerta al diseño de modelos más alineados con procesos humanos de resolución de problemas, donde complejidad del problema y nivel de razonamiento van, generalmente, de la mano. El enfoque de trazabilidad y explicación también abre nuevas vías para la educación y el aprendizaje automático interpretativo. Imaginemos sistemas capaces no solo de responder, sino de enseñar a otros humanos y otras máquinas cómo razonar. Eso implicaría un cambio de paradigma en la relación entre humanos y máquinas, más cercana a la mentoría que a la automatización.

En este sentido, el enfoque de Apple en este artículo no solo es científico, sino también filosófico. Nos obliga a preguntarnos qué entendemos por razonamiento, por inteligencia, por comprensión. Y lo hace en un momento histórico en que muchos están dispuestos a aceptar respuestas tecnológicas sin cuestionarlas demasiado, cegados por la promesa de la AGI. En últimos términos, se nos invita a una pausa, a un replanteamiento, a una maduración del discurso. En lugar de perseguir la AGI como un fin inevitable, propone que comprendamos y mejoremos lo que ya tenemos.

Esa comprensión sólo puede venir de una evaluación honesta y rigurosa, que incluya tanto lo que los modelos hacen bien, como lo que no. Con todo esto en mente, se vuelve evidente que el camino hacia una inteligencia artificial verdaderamente robusta no será una línea recta. Requerirá fracasos, ajustes, humildad. Requerirá mirar no sólo hacia adelante, sino también hacia adentro, buscando siempre una brújula racional para el viaje que aún nos queda por recorrer.

Sobre sumarios, licencias y probidad

Van muy pocas semanas desde que recibimos un nuevo golpe a la confianza pública. Esta vez, la noticia que ha copado titulares y grupos de WhatsApp tiene la forma de un número abultado y alarmante: más de 25.000 funcionarios públicos habrían viajado fuera del país haciendo uso de licencias médicas. La Contraloría General de la República no tardó en reaccionar, instruyendo sumarios administrativos en diversos servicios del Estado. Lo que está en juego no es solamente la legalidad de ciertas conductas individuales, sino la legitimidad misma del servicio público como vocación y pilar democrático.

Frente a la indignación generalizada, muchas veces espontánea y también justificada, se hace urgente una “bajada” de lo público. Comprender qué es un sumario administrativo, qué etapas contempla, qué derechos resguarda y qué sanciones puede implicar, es, hoy por hoy, un deber ciudadano. Porque solo conociendo las herramientas institucionales podremos exigir con criterio, defender la inocencia cuando corresponda y sancionar con justicia cuando así lo determinen los hechos. De otro modo, la opinión pública puede, fácilmente, transformarse en una cacería de brujas.

El Estatuto Administrativo

La Ley N°18.834, que establece el Estatuto Administrativo para los funcionarios de la administración del Estado, regula el procedimiento disciplinario al interior de los servicios públicos. En ese marco, el sumario administrativo no se debiera tratar de una caza de brujas ni un espectáculo punitivo, sino un procedimiento formal destinado a esclarecer si un funcionario ha incurrido en una infracción a sus deberes, y eventualmente aplicar una sanción. No toda investigación termina con castigo. Y no todo castigo se dicta sin garantías para el involucrado.

Existe una distinción inicial clave: la diferencia entre una investigación sumaria y un sumario administrativo. La primera es un procedimiento más acotado, que se utiliza cuando los hechos parecen evidentes o no revisten mayor complejidad, y su finalidad es indagar rápidamente si corresponde o no formular cargos. Si se advierte mayor gravedad o si los antecedentes así lo ameritan, se da paso al sumario administrativo, una investigación formal más extensa que contempla una serie de etapas con resguardos legales claros.

El Proceso Sumarial

Todo sumario comienza con la designación de un fiscal instructor, normalmente un funcionario del mismo servicio con jerarquía y competencias suficientes. Este fiscal debe constituirse, notificar su nombramiento, y desde ahí iniciar la etapa indagatoria. En esta etapa se puede citar a declarar a testigos, solicitar documentos, ordenar pericias e incluso dictar medidas preventivas, como la suspensión del funcionario investigado mientras dure el proceso, si su permanencia en el cargo puede entorpecer la investigación o implicar un riesgo institucional. Esta suspensión no es una sanción anticipada, sino una medida precautoria, y debe estar debidamente fundada.

Uno de los momentos más críticos de la etapa indagatoria es el apercibimiento, esto es, la notificación formal al funcionario de que se está instruyendo un procedimiento en su contra. Desde ese momento, el funcionario tiene derecho a conocer los antecedentes, contar con defensa y aportar pruebas. Si la investigación no logra acreditar hechos constitutivos de falta, el fiscal puede proponer el sobreseimiento, cerrando el proceso sin cargos. Si, en cambio, existen antecedentes suficientes, se formulan cargos.

Ya en la etapa acusatoria, el funcionario recibe una notificación formal de los cargos en su contra. Aquí comienza el plazo para presentar descargos, una defensa escrita en que puede argumentar, ofrecer pruebas, contradecir lo planteado por el fiscal o invocar eximentes. Se abre luego un periodo de prueba, donde se reciben y valoran los medios probatorios. El fiscal emite entonces una vista fiscal, un informe final que propone una sanción o la absolución, y que debe ser valorado por la autoridad competente para dictar la resolución final.

Esa resolución puede adoptar distintas formas: puede dictarse una sanción (que va desde una amonestación verbal hasta la destitución), una absolución si no hay mérito suficiente, o un sobreseimiento por razones de fondo o forma. Esta resolución debe estar debidamente fundamentada. En casos donde el funcionario ya no trabaja en la institución, pero los hechos se relacionan con su anterior cargo, el sumario puede igualmente continuar, y la eventual sanción comunicarse al nuevo empleador público, si existiera. El principio de responsabilidad administrativa no caduca simplemente con la renuncia o el traslado.

Y esto es relevante para entender lo que está ocurriendo. En muchos de los casos de funcionarios cuestionados por licencias médicas que coincidieron con viajes internacionales, han optado por renunciar, probablemente con la intención de eludir la exposición pública o las consecuencias administrativas. Pero conviene dejar claro que la renuncia no extingue la responsabilidad, ni administrativa, ni civil, ni penal. El sumario puede seguir su curso. La Contraloría, como órgano superior de control, puede seguir fiscalizando, y el Ministerio Público también puede tomar cartas si los hechos revisten carácter de delito, por ejemplo, fraude al fisco.

Educar la probidad

Ahora bien, todo este andamiaje institucional tiene sentido sólo si lo comprendemos en su justa dimensión. Los sumarios no son linchamientos ni trámites automáticos. Son herramientas de la administración para resguardar la probidad, pero también los derechos de los trabajadores. Un sumario serio, con debida contradicción, con pruebas valoradas objetivamente, con tiempos razonables, no solo castiga. También educa. Restituye confianza. Instruye a otros sobre lo que no se debe hacer.

Y aquí quiero detenerme en una arista quizás más incómoda. Porque cada vez que estalla un escándalo de esta naturaleza, emerge también una corriente populista que arrasa con todo lo público: “todos los funcionarios son flojos”, “el Estado es una bolsa de empleo para los zánganos”, “hay que privatizarlo todo”. Esta generalización injusta no solo hiere la dignidad de miles de trabajadores que día a día sostienen escuelas, hospitales, oficinas municipales y servicios que son esenciales para la vida en comunidad, a la vez que debilita la idea misma de lo público como espacio de construcción colectiva.

La probidad no es enemiga del orgullo institucional. Por el contrario, cuanto más alto sea el estándar ético que exige el Estado, más fuerte debe ser su defensa cuando es atacado injustamente. Hay que investigar, sin duda. Hay que sancionar con firmeza cuando se confirma la falta. Pero también hay que cuidar la legitimidad del aparato público. Y eso no se hace desde el prejuicio ni desde el sensacionalismo, sino desde la información, la educación, el ejemplo; porque los servicios públicos no son inventos innecesarios ni burocracia vacía. Están habitados por personas. Muchas de ellas trabajan con dedicación incluso en condiciones adversas, con sueldos bajos, con exigencias desbordadas. Algunas cargan mochilas enormes de sentido: educar, sanar, proteger, orientar. No son héroes, pero tampoco villanos. Son parte de ese contrato social que nos permite vivir en sociedad. Y si el servicio público tiene que limpiarse de prácticas nocivas, debe hacerlo sin perder su alma.

Los sumarios administrativos son una forma de cuidado. De los recursos públicos, de las normas, de las personas que se relacionan con el Estado. A la vez, se transforman en una oportunidad de mejora. Tal vez, tras este escándalo, podamos conversar de sanciones, de cómo se tramitan las licencias médicas, de cómo se supervisan, de qué incentivos perversos operan, de qué vacíos existen en los servicios para evitar abusos. Tal vez, incluso, podamos fortalecer la carrera funcionaria, profesionalizar la gestión del personal, y devolverle al Estado algo que nunca debió perder: su vocación de excelencia.

Que se investigue, sí. Que se sancione, si corresponde. Pero que no se condene a todo un sistema por los errores o delitos de unos pocos. Porque defender lo público también es un acto de responsabilidad colectiva. Y porque, al final del día, no hay sociedad justa sin un Estado ético y fuerte. Y no hay Estado fuerte sin funcionarios que crean en lo que hacen, y ciudadanos que sepan por qué vale la pena defenderlos.

$LIBRA y el fiasco de Milei: Lecciones sobre criptomonedas

Han pasado casi veinte años desde que Satoshi Nakamoto divulgó por vez primera una teoría sobre cómo transar una moneda virtual de manera descentralizada. Desde entonces, el mundo de las criptomonedas ha sido testigo de muchas historias, algunas de innovación financiera y otras que parecen sacadas de un guion de comedia financiera. Y en esa categoría entra el curioso caso de $LIBRA, una memecoin cuyo auge y caída nos dejan lecciones importantes sobre inversión, especulación y qué pasa cuando un presidente como Javier Milei se convierte en influencer cripto sin quererlo.

Para entender mejor cómo funciona esto, hagamos una comparación entre el peso chileno (CLP) y una criptomoneda. El CLP es emitido por el Banco Central de Chile y tiene respaldo en la política monetaria del país. Su valor fluctúa, pero dentro de parámetros controlados. En cambio, una criptomoneda como Bitcoin no tiene un ente regulador y su precio depende exclusivamente de la oferta y la demanda en los mercados globales. Esto puede ser una ventaja en términos de descentralización, pero también significa que su precio puede ser muy volátil.

El tweet (X) de Milei

Javier Milei es, además de presidente de Argentina, un economista libertario, ferviente defensor del mercado libre y las criptomonedas. Su estilo desadaptado-rebelde-impulsivo, lo ha llevado a desafiar estructuras tradicionales, y en el camino, a veces ha generado revuelo en los mercados financieros con solo un comentario en redes sociales. Cuando Milei mencionó $LIBRA en su cuenta de X, sugiriendo que esta moneda digital podría impulsar la economía argentina, llevó a miles de personas a invertir en ella. Sin embargo, poco después, el valor de $LIBRA se desplomó, resultando en pérdidas significativas para más de 40,000 inversores. Y claro, como muchos tomaron la mención en X como un aval presidencial, se lanzaron a comprar la criptomoneda, sin detenerse a analizar si realmente tenía valor o si era sólo otra memecoin nacida del entusiasmo de internet.

Las memecoins, para quienes no están familiarizados con el término, son criptomonedas que surgen más por el humor y la viralidad que por fundamentos financieros sólidos, en términos del cripto, no tienen activos subyacentes y tienen una alta concentración en pocas billeteras. Dogecoin ($DOGE) fue una de las primeras, creada como una broma basada en un meme de un perro Shiba Inu, y terminó convirtiéndose en una de las criptos más populares del mundo. La diferencia entre estas monedas y otras como Bitcoin es que las memecoins dependen enteramente de la comunidad y el hype: si el interés desaparece, su valor se desploma.

Y así ocurrió con $LIBRA. Tras la mención de Milei, el valor de la moneda se disparó en cuestión de horas, atrayendo a miles de inversores emocionados por la posibilidad de “subirse a la ola” antes de que se hicieran ricos. Pero como en toda burbuja especulativa, lo que sube demasiado rápido, también puede caer en picada. Y vaya que cayó. A los pocos días, $LIBRA perdió gran parte de su valor y dejó a miles de personas con las manos vacías. ¿Cómo sucedió esto?

Auge y Desplome de $LIBRA

El caso de $LIBRA sigue el patrón típico de las memecoins:

  1. Hype inicial: La criptomoneda recibió un gran impulso cuando Javier Milei la mencionó públicamente. Dado su perfil como presidente y su discurso pro-cripto, esto generó un fuerte aumento en la demanda. Inversores, tanto novatos como experimentados, compraron $LIBRA esperando grandes ganancias.
  2. Especulación extrema: Al no tener un caso de uso real ni respaldo sólido, el precio de $LIBRA se disparó principalmente por la especulación. El crecimiento rápido atrajo más compradores (FOMO – miedo a quedarse afuera).
  3. Venta masiva y desplome: Como sucede con muchas memecoins, cuando algunos inversores iniciales comenzaron a vender para asegurar ganancias, el precio cayó en picada. Esto generó pánico en otros tenedores, que también vendieron, provocando una espiral descendente.
  4. Investigaciones y desconfianza: Tras la caída, surgieron cuestionamientos sobre la transparencia del proyecto y su promoción, lo que aumentó el escepticismo y aceleró el colapso.

La moraleja es clara: no toda criptomoneda mencionada por una figura pública es una inversión segura, por más carismática que sea.

Ahora bien, ¿cómo saber en qué criptomonedas confiar y en cuáles no? La clave está en la investigación y en no dejarse llevar por promesas de riqueza fácil. Si una moneda no tiene un caso de uso claro o se basa solo en la especulación, lo más probable es que sea altamente volátil y riesgosa. En contraste, al día de hoy, monedas como Bitcoin y Ethereum tienen estructuras más establecidas y casos de uso definidos en el ecosistema digital. ¿Conllevan riesgo? Por supuesto que sí, pero menores al de una memecoin.

El caso de $LIBRA es un recordatorio de que, aunque el mundo cripto ofrece oportunidades interesantes, también está lleno de riesgos. Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Y si una criptomoneda depende más de su viralidad que de tecnología o utilidad real, quizá sea mejor pensarlo dos veces antes de invertir. A menos, claro, que te sobre dinero y te guste la adrenalina. En ese caso, ¡bienvenido al casino del internet!

La lista de supermercado como solución al “esta reunión pudo ser un email”

Reuniones improductivas y la alternativa para el cambio.

En el apresurado mundo de nuestros negocios, cada minuto cuenta para optimizar el rendimiento y alcanzar los objetivos. Sin embargo, es común presenciar reuniones que se convierten en zonas improductivas, obstaculizando el avance y la motivación del equipo. Con algunos años de experiencia trabajando en proyectos de diseño, codificación y pequeñas asesorías empresariales, he visto cómo la falta de estructura y la comunicación fragmentada interfieren con los objetivos del cliente. Recuerdo vívidamente el caso de un botón de llamada a la acción que debía incorporar en el sitio web de un cliente. Tras acordar el diseño, el cliente insistía en modificar el ancho del botón para hacerlo más visible. Lo que parecía una simple modificación, requiriendo solo las nuevas dimensiones en píxeles y las especificaciones del “nuevo” botón, se convirtió en un interminable ciclo de correos electrónicos, llamadas y mensajes interminables. Finalmente, se me ocurrió una idea y desde entonces, no me separo de este principio: toda reunión es evitable si logramos transparentar lo que necesitamos y no hay nada más transparente, directo y eficiente, que la lista de compra del supermercado.

La lista de supermercado.

Es en nuestras reuniones, la comunicación a menudo se convierte en un sinfín de malentendidos y confusiones. Notas apresuradas en servilletas, correos electrónicos fragmentados y llamadas telefónicas que se pierden en el laberinto de la memoria, son el pan de cada día en un entorno con demasiados estímulos a los que llevar nuestra atención. Es en este escenario donde surge la idea de usar la lista de supermercado. Un documento simple, claro y conciso, similar a la lista de compras que hacemos antes de ir al supermercado, pero con una diferencia fundamental: en lugar de enumerar productos comestibles, enumeramos las tareas y requerimientos que se deben realizar.

La analogía con la lista de compras es perfecta. Al igual que en el supermercado, donde sólo anotamos lo que realmente necesitamos y luego tachamos los ítems a medida que se van agregando al carro, la lista de supermercado nos permite mantener un registro detallado y ordenado de las tareas y los cambios que se deben realizar. Cada ítem en la lista representa un requerimiento específico, con una descripción clara y concisa. No hay ambigüedades, no hay espacio para malentendidos. Cada vez que se completa un requerimiento, se tacha de la lista, como si se eliminara un producto del carrito de compras. Esta simplicidad y eficiencia son, a mi juicio, la clave del éxito de la lista de supermercado. En lugar de perdernos en un mar de correos electrónicos, llamadas y notas desorganizadas, tenemos un documento único y centralizado que nos permite visualizar el progreso de manera clara y precisa.

Además de su simplicidad, la lista de supermercado ofrece otras ventajas que acá enumero:

  • Transparencia: Todos los involucrados en el proyecto tienen acceso a la lista, lo que garantiza que todos estén en la misma página y se eviten confusiones.
  • Responsabilidad: Al tener los requerimientos claramente definidos y tachados a medida que se completan, se fomenta la responsabilidad entre las partes involucradas.
  • Seguimiento: La lista sirve como un registro histórico del proyecto, lo que permite realizar un seguimiento del progreso y evaluar el cumplimiento de los objetivos.

Pero, ¿y si mejoramos la simple lista de supermercado con plataformas existentes?

Una vista de la interfaz de Google Keep, con vista a los paneles de administración de tareas.

Google Keep: La herramienta secreta.

Mi herramienta favorita para crear estas “listas de súper” -como les explico a mis clientes- es Google Keep. Esto, porque es sencilla de usar y permite agregar casillas de verificación para marcar cada ítem completado, brindando transparencia y permitiendo a todos los involucrados seguir el progreso del requerimiento. Igualmente, permite compartir de manera infinita el contenido detallado, permitiendo los niveles de publicidad/privacidad que el cliente requiera. Siguiendo con la analogía, la comunicación asincrónica es otra de las herramientas más silenciosas pero efectivas que existen, ya nos permite procesar la información a nuestro propio ritmo, reflexionar sobre las ideas y evitar decisiones apresuradas bajo la presión del momento. Keep permite precisamente eso, ya que además de que todo queda documentado en un solo lugar, nos permite ir las veces que sea necesario a revisar “la lista” de tareas, de manera reflexiva y continua, evitando la pérdida de información crucial.

Mi leit-motiv: “Menos reuniones, más resultados”.

Siendo el tiempo un recurso demasiado valioso, tanto para nosotros como para nuestros clientes, creo que no es bueno desperdiciarlo en reuniones innecesarias que podrían solucionarse con un simple email o una lista sumaria de ejecución de instrucciones. No olvidemos que las reuniones presenciales, aunque irremplazables en ciertas ocasiones, deben ser la excepción, no la regla. Un email bien estructurado o una lista de Keep, como ya expliqué antes, pueden resolver la mayoría de los problemas de forma eficiente.

Seamos entonces más proactivos y propongamos un cambio en el método de comunicación. La eficiencia nos beneficia a todos y nos permite enfocarnos en lo que realmente importa: crear, innovar y entregar resultados excepcionales. Dicho esto, enfatizo en lo siguiente: el tiempo es oro, no lo regales. Adopta la comunicación asincrónica y estructurada para optimizar tu trabajo y el de tus clientes. Juntos, podemos construir un mundo laboral más productivo, donde cada minuto cuenta para alcanzar los objetivos de nuestros clientes a medida que hacemos valer mejor nuestro tiempo.

Cerrando este espacio de opinión e intercambio de ideas, te invito a implementar la técnica de la lista de supermercado y comprobar la diferencia. Verás cómo la comunicación se vuelve más fluida, el trabajo más productivo y los objetivos se alcanzan con mayor facilidad. No tengas miedo en recomendar este tipo de estrategias abiertas, directas y enfocadas en la eficiencia de los procesos. Créeme que si tu cliente valora sus tiempos también valorará el tuyo, por lo que tu propuesta sumaria y ejecutiva de atención asincrónica permitirá que tu trabajo se vuelva más fluido, productivo y gratificante. 

Si lo implementaste y te pareció útil, no olvides comentarme tu experiencia a mi email personal, soy@davidchacon.cl

Actualización de contenidos… With a little help from my friends

Tal como reza la canción de Los Beatles, cuya versión cayó en el olvido luego de esa estruendosa y aplastante versión de Joe Cocker en Woodstok, tuve ayuda de los amigos, quienes, a solicitud, han aportado sus puntos de vista a este tema. Por acá, se irán agregando las opiniones que aparezcan en el tiempo 🙂

Creo que la mayoría de las personas, y me incluyo, no disocia lo social de lo netamente productivo. Creo que pueden haber reuniones sociales y creo que sí, que la mayoría de las reuniones son reemplazables por correos, aunque las situaciones para generar confianza, elemento muy importante para el trabajo en equipo, no se consigue solo a través de mails.

Gabriel

Desde el punto de vista de Gabriel, el equilibrio entre lo social y lo productivo es clave para que las reuniones sean realmente efectivas. Así, mientras las reuniones deben tener un objetivo claro y definido, los correos electrónicos son útiles para información concisa y organizada. Todo esto, redunda en la generación de confianza, que se construye con interacción social, pero no sólo en reuniones y éstas, no sólo de negocios.

En ocasiones excepcionales he visto muy necesaria esa reunión inicial y más extensa que algunos clientes requieren para acrecentar la confianza con quien están contratando. También la naturaleza del requerimiento ha sido una buena excusa para escuchar y entender mejor lo que el contratante desea hacer.

Ricardo.

Ricardo, publicista con mucha experiencia a su haber, indica que en nuestras reuniones, necesitamos enfocarnos en las preguntas pertinentes y obtener información crucial, siendo interesante el cambio de paradigma de reducir reuniones, y buscar más eficiencia. Eso sí, destaca una especial excepción a la regla: las reuniones iniciales son extremadamente útiles para generar confianza o comprender mejor las necesidades. Ricardo sistematizó su respuesta en este artículo, disponible en LinkedIn

Cyber Day 2024: Aprovechar las ofertas, comprar con conciencia y apoyar al comercio formal

El Cyber Day 2024 llegó, y con él la oportunidad de aprovechar grandes ofertas en una amplia variedad de productos. Este evento, que se desarrolla desde hoy lunes 3 de junio hasta el miércoles 5, reúne -en principio- a más de 770 empresas que ofrecerán descuentos imperdibles. Sin embargo, para sacar el máximo provecho del Cyber Day y evitar caer en estafas o compras impulsivas, es importante tener en cuenta algunos consejos:

Antes del Cyber Day:

  • Revisa tus cupos de tarjetas de débito y crédito: No gastes más de lo que puedes pagar.
  • Define un presupuesto: Decide cuánto estás dispuesto a gastar y cúmplelo.
  • Jerarquiza tus necesidades: Prioriza la compra de bienes duraderos antes que bienes fungibles.
  • Haz una lista de compras: Prioriza los productos que realmente necesitas o deseas.
  • Investiga precios: Utiliza herramientas como Knasta, Scart, Tuganga o Shopping Google para comparar precios en diferentes tiendas. Sitios como DescuentosRata, también ofrecen permanentemente diferentes opciones de ofertas y descuentos.
  • Crea cuentas en las tiendas que te interesan: Así podrás agilizar el proceso de compra.
  • Guarda los productos en tu carrito de compras: Algunos sitios web ofrecen descuentos adicionales por compras anticipadas o personalizan las ofertas y descuentos de acuerdo a tus preferencias.
  • Ten cuidado con el tipo de cambio en compras internacionales: El valor final podría ser mayor al que esperabas.
  • Verifica la lista de participantes del Cyber Day en la Cámara de Comercio de Santiago (CCS): Asegúrate de comprar en tiendas confiables. Aparte de las listadas en CCS, asegúrate de conocer en detalle quienes oficialmente participan de las ofertas de estos días. Evita ser estafadx.

Durante el Cyber Day:

  • Compara precios: No te quedes con la primera oferta que veas. Investiga en diferentes tiendas antes de comprar.
  • Lee las condiciones de las ofertas: Algunas ofertas pueden tener restricciones, como plazos de entrega o políticas de devolución.
  • Ten cuidado con sitios web espejo, phishing y estafas por SMS: Verifica la URL antes de ingresar tus datos personales y no hagas clic en enlaces sospechosos.
  • Aprovecha las ofertas flash: Algunas tiendas lanzan ofertas por tiempo limitado.
  • Sigue a influencers o páginas especializadas en ofertas: Te pueden avisar sobre las mejores ofertas, de acuerdo a tus necesidades o intereses.

Después del Cyber Day:

  • Asegúrate de recibir el precio final acordado: Conserva los comprobantes de compra y verifica que el cargo en tu tarjeta sea el correcto.
  • Haz seguimiento de tus envíos: Monitorea el estado de tus pedidos y contacta al vendedor si tienes alguna duda.
  • Conoce tus derechos como consumidor: La Ley del Consumidor, la Ley Pro Consumidor y el Reglamento de Comercio Electrónico te protegen en caso de problemas con tus compras.

Recuerda:

  • No te dejes llevar por las apariencias: No todo lo que brilla es oro. Investiga antes de comprar.
  • Compara precios y descuentos: No te conformes con la primera oferta que veas.
  • Apoya al comercio local: Compra en tiendas chilenas lo más posible. Así, generas desarrollo interno.
  • Aprovecha las redes sociales: Sigue a las tiendas que te interesan para estar al día de sus ofertas.
  • Agrúpate con otros consumidores: Compartir información y experiencias te puede ayudar a tomar mejores decisiones.
  • Recuerda que las empresas consolidadas aportan al bienestar social: Generan empleos, pagan impuestos y contribuyen al desarrollo del país.

¡Aprovecha el Cyber Day de manera inteligente y responsable!

El Rol Clave de la Tecnología en la Educación Técnico-Profesional

El avance tecnológico es fundamental en la sociedad actual, influyendo en todas las áreas de nuestras vidas, desde nuestra forma de trabajar hasta cómo aprendemos. Las instituciones de educación técnico-profesional se han transformado, de un tiempo a esta parte, en elementos esenciales para formar a futuros profesionales y preparar a los jóvenes para un mundo cada vez más digitalizado a la vez que logran nuevos horizontes de inclusión y progreso social. Como institución de educación técnico-profesional, INACAP ha asumido un importante rol de liderazgo para el cambio social y la promoción del desarrollo tecnológico en sus programas académicos.

Como ejemplo de lo anterior, cabe mencionar que para el próximo año, las y los estudiantes de la Sede Osorno tendrán la posibilidad de formarse en áreas como Animación Digital y Videojuegos, que representan una industria en crecimiento a nivel mundial y enfatizan la creatividad y el enfoque multidisciplinario necesarios en el siglo XXI. Esto preparará a nuestros estudiantes para el mercado laboral actual y futuro, fomentando la ya mencionada creatividad, la colaboración y la resolución de problemas, habilidades esenciales en un mundo cada vez más tecnológico. Dicho esto, enfatizo en la necesidad crucial que tenemos como sociedad, de alinear la oferta educativa con las habilidades para el siglo XXI, que van más allá de las competencias meramente técnicas e incluyen el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la colaboración y la adaptabilidad, entre otras. Estas habilidades pueden ser potenciadas al integrar la tecnología de manera eficaz en la educación, generando en nuestras instituciones la necesidad de promover activamente la inclusión tecnológica en los programas académicos, no sólo como una herramienta, sino también como un medio para desarrollar habilidades clave.

Así, avanzamos hacia la formación de profesionales altamente calificados, impulsando la innovación, la creación de empleo y el crecimiento económico regional, a la vez que contribuimos desde nuestra función educativa y formadora al logro de objetivos de escala global, -como los ODS de la ONU-, a través de la aplicación de tecnología y la resolución de problemas con una mirada de compromiso local, pero a la vez teniendo presente el contexto global que la tecnología conlleva en su esencia.