David Chacón Cisterna

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La paradoja de la libertad en la educación religiosa.

Chile y su camino hacia el laicismo educativo.

En Chile, la educación religiosa ha desempeñado un rol esencial en el desarrollo de la sociedad. Desde los inicios de la vida republicana, cuando el Estado era plenamente confesante y adscrito a la Iglesia Católica, la religión era parte fundamental de la vida cívica. Sin embargo, la transformación de la sociedad chilena y la influencia de grupos laicos llevaron a que la Constitución de 1925 estableciera una separación entre la iglesia y el Estado. Aunque las iglesias ya no tienen poder de decisión, siguen teniendo el derecho de expresar una opinión libre sobre asuntos públicos. En palabras del académico e investigador René Cortínez (Centro de Derecho y Religión de la Facultad de Derecho UC), las religiones y creencias de los chilenos han tenido un papel importante en los principales desafíos del país, desde la mediación en conflictos políticos, como el caso del Beagle, hasta la defensa y promoción de la cultura de los pueblos originarios. Por lo tanto, no es sorprendente que sus constituciones traten el estatus de la religión desde el principio. (Osorio, s.f).

Así, el desarrollo de la educación religiosa en Chile, ha estado enfocado en su función educativo-religiosa, sin abordar el componente histórico-filosófico de las religiones. Esta falta de un enfoque pluralista ha provocado que la tolerancia y el respeto por las diferentes manifestaciones de la espiritualidad -incluyendo al humanismo y el ateísmo- no sean parte de la enseñanza. Por eso, es necesario tender a un modelo de educación religiosa que aborde estos aspectos, enfatizando en la necesidad de promover la inclusión de todos los creyentes y no creyentes en la misma. Esto permitirá evolucionar hacia una educación que aborde la espiritualidad desde un enfoque más profundo y pluralista.

Para sustentar esta tesis, se comenzará con una breve descripción histórica del desarrollo religioso y demográfico de Chile. Luego, se desarrollarán argumentos en defensa de la aceptación, respeto y tolerancia que una educación pluralista aventaja sobre una educación confesante, pasando por la idea de la espiritualidad humana como base sustancial de una buena convivencia cívica, entendiendo que tanto creyentes como no creyentes debiesen estar bajo el alero educativo formal amparado por la Constitución y leyes vigentes. Como contraparte, se presentarán argumentos de defensa a la educación confesional

actualmente presente en el sistema educativo formal, desde el punto de vista de quienes defienden su pluralismo y diversidad actual, en aras de la libertad de enseñanza y libertad religiosa, lo que se presentará como una “paradoja de la libertad”. Se concluirá con el apoyo a la idea de la necesidad de replantear el sentido y alcance de nuestra educación religiosa, proponiendo para ello, posturas humanistas integradoras y conciliadoras de las distintas aproximaciones espirituales existentes.

De una religión a varias religiones.

En términos históricos, el cristianismo ha sido la religión dominante en Chile desde la época colonial, cuando fue introducida por los colonizadores españoles. Durante muchos años, la mayoría de la población chilena se identificó como católica, y la iglesia católica jugó un papel importante en la vida social y política del país. En su Artículo 5°, la carta magna de ese entonces disponía: “la relijión de la República de Chile es la Católica Apostólica y Romana, con esclusión del ejercicio público de cualquiera otra”. (Biblioteca del Congreso Nacional, [BCN], 2022). Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado un cambio en esta tendencia, con un aumento en la diversidad religiosa y una disminución en el número de personas que se identifican como católicas. En el libro “La estampida de los fieles”, Juan Guillermo Prado utiliza los censos para describir la evolución de las opciones religiosas de los chilenos desde 1895 hasta 2002.

Un factor importante en este cambio ha sido el aumento en la inmigración a Chile, ya que muchos de los inmigrantes provienen de países con diferentes tradiciones religiosas y han traído sus propias prácticas y creencias religiosas al país. Esto ha contribuido a un aumento en el número de personas que practican otras religiones, como el islam, el judaísmo y otras religiones orientales. Además, también se ha observado un aumento en el número de personas que se identifican como no religiosas, ya sea por elección personal o por falta de interés en la religión. (Instituto Nacional de Estadísticas [INE], 2017).

En resumen, la evolución de la demografía religiosa en Chile ha sido un cambio hacia una mayor diversidad religiosa, con un aumento en el número de personas que practican religiones diferentes al cristianismo y una disminución en el número de personas que se identifican como católicas.

La paradoja de la libertad de enseñanza.

La educación religiosa en Chile se enfoca en la trasmisión de la doctrina y en la enseñanza de los principios de una determinada religión, sin tomar en cuenta el componente histórico-filosófico de las religiones y la variedad de creencias existentes. Esta perspectiva provoca que la educación religiosa en Chile no promueva la tolerancia y el respeto por las diferentes manifestaciones de la espiritualidad, ni la inclusión de todos los creyentes y no creyentes en la misma. Paradójicamente, es esta misma voz de inclusión, diversidad y tolerancia a la que distintas organizaciones religiosas hacen referencia cuando de levantar su voz en defensa de la libertad de enseñanza o libertad religiosa se trata.

En efecto, el Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, determina que la neutralidad religiosa en una sociedad plural puede entenderse de dos maneras: como la ausencia de religión en el espacio público, especialmente en los establecimientos educativos, o como un aspecto inherente al proceso educativo que reconoce la diversidad y libertad de los padres. La primera opción se relaciona con el laicismo, entendido como un mandato que excluye la religión del espacio público y relega su práctica a la privacidad. La segunda opción, en cambio, se relaciona con la laicidad, entendida como una forma en la que el Estado permite y fomenta el libre ejercicio de las religiones, incluso en el ámbito educativo. (Celis, A. y Zárate, S., 2015.)

Para quienes defienden la idea de una educación religiosa basada en la libre elección y la libertad de enseñanza, obedeciendo a la condición de Estado subsidiario al que está relegada la institucionalidad respecto de la educación en sí misma, la sola idea de presentar un nuevo modelo de educación no religiosa, sino basada en principios humanistas que den a entender el fenómeno religioso en su amplio espectro, constituye una amenaza a la que necesariamente tendrán que hacer frente bajo defensa jurídica y argumental. (Martínez-Torrón, J., 2014).

Una propuesta al futuro.

La educación religiosa chilena debería tender a un modelo de educación que aborde el componente histórico-filosófico de las religiones. Esto permitiría que los estudiantes puedan aprender acerca de la historia, los principios y los valores de las diferentes religiones, así como también de la naturaleza de la espiritualidad humana. Además, esto contribuirá a promover la tolerancia y el respeto por las diferentes manifestaciones de la espiritualidad, incluyendo al humanismo y el ateísmo. Un enfoque de educación religiosa que aborde el componente histórico-filosófico de las religiones permitirá que los estudiantes desarrollen una mayor comprensión de las diferentes religiones. Esto contribuiría a promover una mayor aceptación y respeto hacia el otro, así como también la tolerancia.

Es evidente que en Chile, la educación religiosa no ha abordado el componente histórico-filosófico de las religiones. Esto ha provocado que la tolerancia y el respeto por las diferentes manifestaciones de la espiritualidad -incluyendo al humanismo y el ateísmo- no sean parte de la enseñanza lo que necesariamente conlleva a una situación en la que la discriminación religiosa sigue siendo una realidad, planteando un real desafío a la libertad de enseñanza, la inclusión y la tolerancia y no discriminación que tanto ha costado construir como sociedad a lo largo de siglos de vida independiente.

Referencias.

Biblioteca del Congreso Nacional [BCN] (1833). Constitución Política de la República de Chile. Santiago, Chile.
Celis, A., & Zárate, S. (2015). Temas de la Agenda Pública: Libertad de enseñanza y libertad religiosa: los establecimientos escolares con orientación religiosa en Chile. (Vol. 10, N°84). Centro UC de Políticas Públicas, Chile.
Instituto Nacional de Estadísticas [INE] (2017). Censo de población y vivienda 2017. Santiago, Chile.
Martínez-Torrón, J., (2014). Religious pluralisim. The case of the European Court of Human Rights.
Osorio, D. (s. f.). Profesores René Cortínez y Jorge Precht se refirieron la relación del Estado y la iglesia en la discusión constitucional. Recuperado de https://derecho.uc.cl/es/noticias/derecho-uc-en-los-medios/25051-profesores-rene-cortinez-y-jorge-precht-se-refirieron-la-relacion-del-estado-y-la-iglesia-en-la-discusion-constitucional
Prado, J. (2007) La estampida de los fieles. Santiago, Chile: Editorial Alba.